Los animales marinos, también conocidos como animales del mar, son aquellos que pasan toda o gran parte de su vida viviendo dentro del mar.
Pueden respirar el oxígeno disuelto en el agua (a través de las branquias o de la piel) o lo pueden respirar del aire (a través de los pulmones). Los que viven en las profundidades en cambio tienen la característica de que muchos de sus órganos se han reducido o desparecido porque no les son útiles en la oscuridad, como por ejemplo los ojos. Han desarrollado modificaciones para adaptarse a la falta de luz, como los fotóforos luminiscentes o prolongaciones para reconocer su entorno.